Las casas de Luciano Kruk (previamente) parecen salidas de un sueño, pero están social y hasta filosóficamente pensadas. En una sociedad atosigada de vorágine, Luciano rescata la trama entre el espacio natural y el construido para darle una continuidad impoluta con el entorno en el que trabaja. Como capas tectónicas, sus pisos se yerguen en la solidez de una idea que trasciende conceptos. Cinco preguntas para acercarnos a su forma de pensar.
¿Qué fronteras pretenden cruzar tus obras?
No sé si pretenden cruzar alguna frontera. Lo que más me interesa en éste momento es que se vean como obras que pertenecen al lugar donde están construidas. Si bien su presencia y visibilidad son inevitables, busco que se perciban lo más arraigadas posibles en su entorno, sea este natural o construido – si se trata de una ciudad-.
¿Qué límites y alcances ves entre la imaginación y lo posible?
No lo sé. Me parece que el cerebro humano es muy misterioso, o por lo menos todavía está muy lejano el momento en que la ciencia pueda explicar su funcionamiento por completo. Si pensamos, por ejemplo, en personajes como Albert Einstein u otros grandes filósofos de la historia de la humanidad, podríamos decir que parecieran no haber tenido ningún tipo de límite para explorar con sus pensamientos.
¿Qué tipo de edificios te apasionan particularmente?
Me apasionan especialmente las construcciones que conviven con los paisajes. Por ejemplo las ruinas de Macchu Picchu en Perú, los edificios de Oscar Niemeyer en Brasil o las construcciones tradicionales japonesas.
¿Se puede ser original a la hora de pensar en una funcionalidad arquitectónica?
Nunca se puede ser cien por ciento original. Siempre se comienza desde algo ya conocido previamente. Creo que la búsqueda de la originalidad per se me parece un absurdo.
A la hora de diseñar, ¿te atraen la complejidad y la funcionalidad de lo que vas a crear?
Lo que más me atrae es llegar a encontrar una relación armónica con el lugar en el que va a estar ubicado cada proyecto. No me interesa tanto la forma que pueda tener un proyecto, sino su capacidad de adaptación a un entorno particular y, por lo general, las formas simples responden mejor. Además, me interesa explotar el recurso más potente que tenemos los arquitectos: la luz del sol.
#ArquitectosQueGustan Smiljan Radic de Chile, los RCR de España, Peter Zumthor de Suiza. Además de los grandes maestros del movimiento moderno como Le Corbusier, Mies Van der Rohe y Alvar Aalto