Sus collages son especialmente fantásticos, y espacialmente surrealistas. Con una paleta de colores setentosa y los más estrellados cielos, Mariano Peccinetti crea mundos que no sabemos dónde comienzan ni dónde terminan. Músico y artista visual, transita lo sideral en imagen y sonido para transportar a cualquiera que desee inspeccionar su obra. Como un tobogán, nos subimos a su música y nos deslizamos por sus arcoiris para hacerle exactamente 5 preguntas.
¿Por qué elegiste imágenes de la generación de los ‘60 para tus collages?
Creo que la razón es que soy un gran fan de las fotografías de la revista National Geographic. Me parece que va por ahí. Siempre me gustó la fotografía analógica. Tanto en sus tonos como en la textura del papel a la hora de escanear, tiene una magia muy especial. No sólo uso esa década, sino que también me extendí a imágenes de los ’80.
¿De dónde surge la inspiración sci-fi que atraviesa a la mayoría de tus obras?
Entiendo que, en algunos casos, he llegado a la ciencia ficción gracias a la influencia del futurismo de los ‘60 y ’70. Además, siempre estuve en gran contacto con el space rock. Toco el sintetizador analógico desde muy chico, y todo lo que tiene que ver con lo espacial como Carl Sagan, Stanley Kubrik, la odisea, la meditación y Krishnamurti, es un poco el causante de esto.
“Salimos de la Tierra” es el nombre de tu primer disco. ¿Hay algo de relación entre esa idea y tus collages?
Ese disco es del 2011, y para esa época todavía no remitía a Collage Al Infinito como para encontrarle una relación. Pero, si lo analizo en detalle, seguramente encontraré que bastantes puntos en común. Muchas veces, es un todo. Uno se expresa artísticamente con un mismo concepto, pero con herramientas diferentes.
¿Cómo describirías la música que realizas?
Ahora, con mi nueva banda Las Luces Primeras, vamos a sacar un nuevo disco. Lo catalogamos como “sensualista”. Es una mezcla que combina música sensual y surrealista.
¿Podemos decir que para ver tus collages podemos poner uno de esos discos “sensualistas” de fondo?
Quizá sea demasiado (risas). En lo personal, lo que me gusta de ir a una galería, es poder ver la obra y estar en silencio unos segundos. Tal vez con algunos murmullos a lo lejos, pero sólo eso. Ese contacto directo y absoluto con la obra, es único para cada persona.
#MeGusta
Ahora estoy escuchando mucha música del sello Ghost Box