Thierry es florista. Un oficio particular y delicado que logró convertir en arte. Apasionado y sensible, trabaja con infinidad de flores para crear mundos emocionales. Él fue quien realizó el arreglo de flores de Kirsten Dunst en “María Antonieta”, el de Lady Gaga para Mario Testino, y el de la boda de su amiga Sofía Coppola. Thierry Boutemy juega en primera porque sabe, siente y actúa en consecuencia. Es un artista que sabe dialogar entre lo delicado y lo potente de la naturaleza. Tuvimos el honor de entrevistarlo y te lo presentamos en esta nota.
¿Qué te invitó a crear un lenguaje a través de las flores?
Creo que, por sobre todas las cosas, es un gran espacio de protección para mí. En mi infancia sentía que era algo que no lastimaba. Era una forma de dulzura, belleza, gracia y emoción. El carácter efímero y frágil que poseen las flores, ofrece un hermoso lenguaje que se encuentra en plena armonía con lo sensible. Nací en un lugar rodeado de naturaleza salvaje, y en cada estación nacía una flor diferente. Ellas me dieron un mundo nuevo para expresarme.
Si bien las flores alegría y color, tus trabajos muestran algo de oscuridad. ¿Cuál es tu filosofía sobre las flores?
Considero que cada una conserva cierta vanidad desde el sentido del paso del tiempo, de cierta realidad que va envejeciendo. No somos más que una belleza ostentosa. La muerte es omnipresente y nosotros lidiamos permanentemente con ella. Es algo que ha existido en todas las civilizaciones y posee la una forma simbólica de expresarse a través de lo incorpóreo. Todas las flores mueren.
Una vez manifestaste que los arreglos florales para funerales te resultaban interesantes. ¿Tiene que ver con lo que comentabas antes?
Sí. Las flores encuentran un sentido espiritual que acompaña a la muerte con su belleza, y ningún simbolismo puede ser traicionado en esa instancia.
¿Cómo manejás la vida útil de las flores a la hora de realizar los arreglos para un evento?
Es al revés, son las flores las que condicionan y manejan mi tiempo. Cada una es diferente y ofrece múltiples modos de vida. Mi trabajo depende absolutamente de lo que ellas son y exigen en su naturaleza.
¿En qué proyecto, que no hayas explorado aún, te gustaría trabajar?
Creo que haría un revisionismo de la historia de las flores. Quizá trabajando con una tribu y realizando un verdadero intercambio cultural. Sin pretensiones y con respeto, algo simple y sólido. Quisiera descubrir otro modo de ver las flores. Siempre hemos tenido una visión más comercial de ellas y sé que soy parte de ese mundo. Volver a las raíces es un gran deseo personal, significa resignificar y volver a valorar su simpleza.
#FlorPreferida La miosotis (comúnmente llamada “no me olvides”). Cuando era chico estaba fascinado con la intensidad de su azul, me parecía una gama surreal del color.