Entrevista a Alex Devol (Woodwoven)

Alex Devol, también conocido como Woodwoven, ha creado cosas durante toda su vida. A los 5 años, ya tenía su mesa de trabajo junto con las herramientas que le regaló su abuelo. Ahora, con miles de seguidores en sus redes sociales inspira a diseñadores con sus métodos de producción tradicionales y una estética limpia y minimalista.

La madera verde es su material favorito para dar forma a vajillas y jarrones. Sus productos reflejan la satisfacción que obtiene a través de la producción a menor escala. A su vez, le asombran las nuevas tecnologías y materiales y no duda en combinarlos con métodos tradicionales. Alex Devol reivindica un nuevo uso por parte del consumidor donde el material tiene un papel activo en la configuración de la forma. Su estética minimalista revela la calidad del objeto y la importancia del proceso de diseño y fabricación.

¿Con cuántos años empezaste a crear objetos con tus propias manos?

Mi abuelo me compró mis primeras herramientas y mi mesa de trabajo cuando tenía alrededor de 5 años. No sé si guarda alguna relación pero recuerdo claramente cuando estaba en su garaje e inspeccionaba todas las herramientas con una inmensa fascinación. Desde entonces he llevado a cabo distintos trabajos y he tratado con más materiales, tantos que no podría enumerar, y no estoy seguro de cómo o por qué motivo la madera ha acaparado mi interés por encima del resto. No es solo por el material por lo que me dedico a la artesanía. Adoro también la cerámica, y a veces pienso que habría sido tan sencillo como tener barro entre mis manos. Creo que lo que cobra más importancia ahora en mi trabajo es la escala de los objetos. Antes diseñaba productos que debían fabricarse a gran escala, pero ahora he descubierto que resulta más satisfactorio fabricarlos a mano.

¿Cuándo decidiste crear tu empresa?

Wooden & wooden surgió como de casualidad, no era mi intención la de dedicarme profesionalmente a trabajar con la madera. Surgió a raíz de vender mi anterior empresa de moda masculina. Entonces decidí dedicar de nuevo un tiempo a mí mismo en lugar de a mis clientes. Había comenzado a sentirme un poco cansado, creativamente hablando, después de haber trabajado una década en proyectos muy comerciales centrados en un sector del diseño por el que no sentía ya la misma pasión. Quería volver a experimentar esa sensación de participar activamente en los materiales y en el proceso de creación. Imagino que la era de internet me ha apartado un poco de eso y ha ido desarrollándose hasta convertirse en una práctica profesional, gracias a la gente que se ha interesado por mi trabajo y me ha apoyado en lo que hago comprando lo que fabrico.

¿Qué es lo que te parece más interesante de los productos fabricados a mano?

Desde mi punto de vista, se puede decir que la fabricación a mano es principalmente la técnica que escogemos si tenemos en cuenta aspectos técnicos y medioambientales. Pero no podemos culpar a los procesos de producción o a los productos, sino al modo en el que usamos la producción en masa y la forma de comportarse tan derrochadora que adoptan los consumidores. Lo que me fascina es la investigación y el desarrollo de nuevos materiales y procesos. Es increíble poder ver cómo cada vez más se combinan las nuevas tecnologías con las formas tradicionales de producción como la producción manual y con métodos tradicionales eficaces. La idea de que un producto es mejor si está hecho a mano no tiene para mi ningún sentido. Podemos encontrar muchos objetos hechos a manos de mala calidad. Para mí lo que más importa es la calidad y la ética del producto. Si algo está mal fabricado o se ha realizado de forma irresponsable, no importa si ha sido fabricado por las manos de un artesano o si pertenece a una producción en serie.

Has trabajado como diseñador de moda masculina. ¿Existe alguna relación entre ese trabajo y tu proyecto actual? ¿Qué es lo que te llevó a tomar este camino?

He trabajado diseñando ropa para hombres, así como en otros ámbitos del diseño, y sí que creo que existe un nexo de unión. El arte y el diseño son hoy en día mundos interdisciplinarios. Creo que principalmente todas las formas de diseño necesitan las mismas soluciones creativas para poder llevarlas a cabo satisfactoriamente. Independientemente de lo que crees, dentro del diseño estarás cultivando siempre una noción de lo estético y lo funcional, a la vez que creces y te desarrollas. Al principio lo que aprendes sobre un área continúa siendo por lo general muy enriquecedor cuando la aplicas a otra. Como diseñador de moda, te centras en las formas, texturas, el color y todo lo que caracteriza a esta labor, tal como lo haría un escultor, pintor o un alfarero, solo que para conseguir un objetivo distinto. La noción de estética es a veces universal.

¿Tienes algún otro proyecto aparte de este o estás trabajando en algo más?

Tengo previstas algunas exposiciones públicas para finales de este año, y un evento que se está programando para la Semana del Diseño de Londres. También estoy finalizando mis estudios de Máster y de cerámica que realizado de forma parcial y que se completarán para este otoño. Ahora me estoy mudando de estudio, trabajando en algunas comisiones privadas y desarrollando una nueva colección para 2018. No hay un momento de paz.

(vía) / fotos: Alex Devol.

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