Beathey es una plataforma musical creada en Argentina a principios del 2017. El objetivo es lograr una comunidad donde todos los artistas puedan subir su música para difundirla y venderla, donde el 100% de las ganancias de los tracks van directamente al productor. Además, realiza cada 90 días un Vinyl Contest donde los 4 tracks más votados de la plataforma se editan en un vinilo, que es entregado de forma gratuita a todos sus suscriptores. Hablamos con Julián Sorsaburu, uno de los impulsores de este proyecto, para que nos comente cómo se ha transcurrido esta etapa de formación de la plataforma, y qué depara para los próximos dos años.
¿Cómo surge la idea de crear esta plataforma musical?
La idea se me ocurrió en enero del 2016, hace casi 2 años. Conversando con mi hermano mayor que vive en Estados Unidos, me contó de un modelo que se llama “Threadless” que es como una comunidad de diseñadores gráficos. Ahí todos suben sus dibujos y el más votado por la comunidad se transforma en una remera, y a todos los que son parte les llega de forma gratuita. Eso fue en cierto modo la semilla de la idea. Además había arrancado a hacer eventos nocturnos con mi socio Nadin Lisa. Empecé a tener mucho más roce con muchos artistas, y empecé a interiorizarme en las cosas que ellos sentían que había fallas. Así notamos que más o menos había 3 cosas que se repetían siempre: la baja exposición, el poco reedito económico que generaba editar tracks y el no poder pensar vivir de la música por lo cerrado del ambiente. Ahí surgió una veta para empezar a pensar como comunidad.
En las comunicaciones de la plataforma le dan un lugar fundamental al término comunidad…
Cuando vos empezar a unir a un bloque de gente, generás tribu y comunidad con intereses comunes, se arma algo diferente. Te pones en otro lugar como es ahora, que encontramos por ejemplo un lugar de referencia como Shamrock, donde hacemos los eventos. En estos eventos pasan cosas, se genera algo bueno, la pasas bien. La parte de los eventos es importante también. Vos haces tú arte, y está bueno que te paguen por ese arte. La idea central es crear una comunidad, un montón de personas que confluyen en un mismo lugar, generando y compartiendo lo mismo. Una comunidad de artistas y oyentes, las dos cosas. Si vos generas eso, la misma comunidad va detectando qué es lo que quieren, y eso nos marca un rumbo.
Durante muchos años te dedicaste exclusivamente a la gastronomía, ¿por qué te surgió la necesidad de hacer esta apuesta por la música?
Desde que vine a vivir a Capital a los 18 años empecé a acercarme a la música electrónica, y ya desde muy chico estaba relacionado con el rock de Paso del Rey, donde crecí. En los últimos 3 años me metí directamente. Podía quedarme trabajando solo con la gastronomía, pero entendí que para mí la música es algo primordial. De a poco me fui metiendo cada vez más, cerré un local en Palermo, para seguir apostando a esto. De a poco estoy decidiendo dedicarme 100% a la música. Tengo que encontrarle la vuelta porque todavía no puedo vivir solo de esto, hoy en día necesito de las dos cosas. Actualmente no estoy teniendo ingresos por Beathey, estoy apostando a futuro. Muchos piensan de entrada como un negocio, el negocio está bien que esté, pero también ¿a costa de qué o de qué manera? Lo nuestro es una construcción para hacer un negocio sustentable pero que sea redituable para todos. No que te dé una moneda y yo me lleve casi todo.
¿Cómo se hace para que apoyar a los artistas que están arrancando se vuelva sustentable?
Empezamos a estudiar toda la cadena de valor de las compañías discográficas actuales, para encontrar las fallas y los aciertos de esos proyectos. Fuimos mejorando en muchos aspectos, y lo que entendimos es que tenemos que ser una compañía discográfica del futuro, que sea mucho más democrática. Si sos parte de nuestra plataforma, y destacas de la media, vas a tener la oportunidad real de estar en otro lugar y generar otras cosas. Ser parte de una compañía que haga tu imagen, tus redes, y otros aspectos para que los artistas crezcan profesionalmente y puedan vivir de la música. Si un tipo del interior es un gran productor y tiene interacción, poder darle una oportunidad real para trabajar como artista. Ese es nuestro objetivo máximo, pero en el medio del camino se pueden encontrar muchos beneficios, como difundir tu música, venderla, la posibilidad de estar en un vinilo o poder tocar en un evento. En Estados Unidos pulimos muchos detalles para ir en ese camino. Fue un concurso en el que nos presentamos, con un jurado de afuera totalmente imparcial, que eligió que nuestro proyecto tenía potencial para buscar inversión afuera. Si bien no conseguimos inversiones instantáneas, si logramos un excelente feedback e importantes contactos que quieren invertir tecnología en Beathey para en un futuro hacer una inversión económica.
Contame un poco sobre la experiencia de exponer el proyecto en Estados Unidos…
Estados Unidos fue a partir de un programa del Gobierno de la Ciudad que apoya al emprendedurismo. Primero ganamos IncuBA Tecnológico entre 150 proyectos donde seleccionaron a 7. A partir de ahí, conocimos que había otros concursos donde te podes presentar que es para emprendedores y empresas. Unbound no era solo para emprendedores, sino que competías con empresas que tienen facturaciones muy grandes, que se alejan mucho a nuestra realidad. También los rubros eran muy variados, había agropecuarios y otros servicios bien diferentes a lo que hacemos nosotros. Nos presentamos con el objetivo de difundir nuestro proyecto ante un jurado internacional, y ganamos. Lo que hacía el Gobierno era pagarte un pasaje y el lugar para que puedas estar de speaker, frente a potenciales inversores de Estados Unidos, y a su vez toda una red de networking. Fuimos con Miguel uno de los socios, conocimos un montón de gente y pudimos hacer una buena red, ya que tuvimos muy buen feedback de lo que estamos haciendo.
Hace poco presentaron el tercer vinilo de la plataforma en el CCK. ¿Cómo fue esa experiencia?
Eso estuvo buenísimo. Es parte de la búsqueda de tratar de delegar parte de los eventos nocturnos, para buscar más lugares como el CCK que es una maravilla. Es algo a nivel internacional, existen pocos lugares para hacer cosas así. La idea es ir apuntando a centros culturales, festivales y demás. Insistí mucho, y con la ayuda de estar incubados con el Gobierno logramos tener el lugar. Estar ahí en la cúpula era como un sueño para mí. No por mí, sino por ver artistas que sé que se están rompiendo el lomo mostrando su arte con esa calidad de sonido y de imagen. Ver el proyecto materializado en un evento así fue algo hermoso. Cumplió y colmó las expectativas de todos, salió muy bueno. Esperamos tener la oportunidad de poder repetirlo. En el marco de Artlab o en otro lugar.
¿Qué depara para el futuro próximo del proyecto?
Se viene una plataforma con muchos cambios estéticos y funcionales. Va a ser algo mucho más dinámico y agradable para navegar. Vamos a lanzar el sello digital de Beathey. Elegimos un track de un artista de la plataforma, con un remix de algún artista de primera línea. La idea es asentarnos como una agencia también, con cierto rooster de artistas, con contrato y todos los derechos y obligaciones que eso incluye. Un trabajo serio, para poder meter una pata en los festivales locales e internacionales. Y así, darle el marco de cultura, que hoy no tiene la música electrónica.
También vamos a editar un disco doble de la Urban Groove. Trabajaron un montón, y el disco es realmente una bomba. Es una apuesta fuerte como discográfica. Quiero hacer un disco doble por lo que ellos representan, y que entiendan que hay gente que está dentro de la escena que cree que ellos son muy importantes. El 13 de diciembre va a haber una fecha de presentación gratuita donde van a tocar, y poder mostrar y entregar el disco en ese evento. También se puede comprar antes porque hay un pre-order dentro del shop de la plataforma.