La casa diseñada por Cristián Izquierdo Lehmann se encuentra ubicada a metros de una larga playa, sobre una duna desierta que se eleva por delante de un humedal.
Permite alojar de forma simultánea hasta a seis personas, y su ocupación discontinua y aislada la llevó a ser proyectada como una superposición de dos modelos.
Por un lado, el modelo del motel sugiere piezas autosuficientes servidas desde el exterior por un segundo acceso, mientras que el modelo de la cabaña, supone un espacio centralizado para actividades comunes.
Un conjunto de cuatro volúmenes confluye en una cocina central, conformando una única estructura compacta, delimitada por cerramientos móviles que generan distintas posibilidades de uso según su posición.
Cada volumen se conecta a un patio similar, que está cubierto por un envigado común y separado de la unidad contigua por un muro. Estas cuatro estructuras rectangulares se disponen adosadas y rotadas 90° respecto de la vecina, conformando una planta interior en cruz sobre un basamento cuadrado con cuatro patios en sus esquinas.
La construcción se concibió íntegramente en madera de pino sin nudos, con ensambles encolados. El envigado del techo se resuelve en cuatro estructuras rectangulares independientes que descargan sobre los muros y en un conjunto de columnas perimetrales. Por detrás de estas columnas, distanciadas por un pasillo, 72 puertas de madera delimitan el proyecto.
Abiertas hacia afuera, cada volumen es un ámbito privado conectado al exterior por una hilera de portales que enmarcan el horizonte. Cerradas, en cambio, son un ámbito íntimo protegido del viento y la vista, pero abierto a sus vecinos mediante un pórtico perimetral.