Crosby, Stills & Nash en el Luna Park (Nota escrita por José Llamosas, fotos por Anita Filipponi)
Todos los amantes de la música, y del rock en particular, siempre tuvimos el pálpito que alguna vez en nuestra vida íbamos a poder ver en Buenos Aires un recital de los Stones, Paul McCartney o Bob Dylan. Sin embargo, creo que casi nadie se imaginó disfrutar de los legendarios Crosby, Stills & Nash.
Antes de hablar de su presentación del último domingo, hagamos historia. En 1968, David Crosby se encontraba a la búsqueda de nuevos desafíos musicales tras su partida de The Byrds, la banda californiana que inventó el folk-rock, cuando se reunió con Graham Nash, a quien había conocido unos años antes, en una gira por Inglaterra. Nash acababa de abandonar The Hollies, uno de los mejores grupos pop de la época, con varios éxitos y unas armonías vocales sólo comparables a las de The Beatles. Stephen Stills, por su parte, estaba también deseoso de formar una banda, tras la reciente separación de Buffalo Springfield. Los tres empezaron a tocar y cantar juntos y la química fue inmediata: sus tres voces generaban algo especial cada vez que se presentaban en vivo, como si las piezas de un rompecabezas por fin encajaran. Y algo de eso pudimos disfrutar los que fuimos al Luna Park.
Ya antesde comenzar elshow, uno parecía sentirse en el lugar indicado a la hora indicada. No podía haber nada mejor que hacer en Buenos Aires en ese momento. Charly García, Nito Mestre, León Gieco, Raúl Porchetto,Rodolfo García,Ariel Minimal y otras personalidades del rock nacional eran parte de un público expectante.
El comienzo fue eléctrico y rockero, con una aplastante versión de “Carry On” liderada por la incendiaria viola de Stills. Enseguida siguieron “Marrakesh Express” (composición de Nash) y “Long Time Gone” (de Crosby), dos perlas de su disco debut,de 1969. Elresto de la lista de temas incluyó algunas canciones más recientes, viejas perlas de discos solistas, dos temas de Buffalo Springfield (“Bluebird” y “For What It’s Worth”) y hasta un notable cover de “Girl From The North Country”, de Bob Dylan, interpretado por ellos solos con sus voces y Stills acompañado por su acústica.
El espíritu festivalero se hizo más presente que nunca para el último bis, cuando la gente abandonó sus asientos para acercarse al escenario a disfrutar, cantar y saltar con “Suite: Judy Blue Eyes”, la frutilla del postre. Los años pasaron para todos: tienen menos pelo y más arrugas, no se visten como hippies, la voz de Stills está al límite (no así las de Nash y Crosby, impecables), pero la magia es la misma que uno puede ver, por ejemplo, en su segmento dela película Woodstock.Casi50 años después, ahí estaban ellos y sus armonías vocales marca registrada.
Nota del autor: sepa el noble lector disculpar que esta nota fue escrita en primera persona y está repleta de opiniones parciales, pero fue hecha aún bajo un total estado de alegría por haber presenciado este show.