Del socialismo al espacio

El astronauta de Bohemia // Jaroslav Kalfar

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Las naves espaciales y la vida fuera de la tierra, entre otros temas recurrentes de la ciencia ficción y la literatura fantástica, parecen lejanos a la historia socialista que vivió el mundo en el siglo XX. El Astronauta de Bohemia, la primera novela de Jaroslav Kalfar, intenta romper esas distancias para darle ruedo a una historia que atrapa de principio a fin.

Las tradiciones familiares propias de la vida en la República Socialista Checa -la cría y la matanza de animales, la cosecha de vegetales- se cruzan con sorprendente coherencia con los frascos de Nutella, Coca-Cola y demás consumos occidentales, sponsors oficiales de la misión de la nave Jan-Hus. El joven astrofísico Jakub Procházka se dirige hacia la nube de Chopra buscando no sólo la respuesta a la incógnita que atrapa al mundo científico, sino también el respeto de una nación que ha sobrevivido a los grandes conflictos bélicos de la historia mundial.

¿Cómo representar un amor a distancia? Una distancia de tiempo y espacio entre una persona que espera en la tierra y otra que viaja hacia la gloria eterna, en la mira de una nación que observa cada movimiento con ansias de éxito -cheddar y bacon en mano. ¿Cómo representar la soledad? La soledad en la inmensidad del espacio y la compañía de un ser extraño que marca la vida del astronauta, conmovido por la dulzura del Nutella y sus arácnidas enseñanzas que indican que “el cuerpo no se violenta”. Si hay vida después de la muerte, puede también ser en vida; o en una misión oculta que esconde intenciones aún más inciertas: intenciones que serán descubiertas a lo largo de la historia para darle un cierre más que inesperado.

La herencia familiar, que incluye un régimen vencido, secuestros, torturas, zapatos de hierro, exilio y venganzas, ata la historia y no deja ni el más mínimo cabo suelto. Una herencia que pesa aún en la ingravidez del espacio y guía la acción de Jakub desde su niñez hasta la misión, con el objetivo de librarse de los pecados de su padre. El viaje de descubrimiento hacia la nube de Chopra, un extraño polvo que ilumina el cielo, será la excusa para un proceso de autoconocimiento en el que se ve inmerso el único humano de la nave.

La ópera prima de un escritor está siempre rodeada de incógnitas que el lector descubre palabra a palabra. Géneros, estilos, ironías, sentimientos -entre otros aspectos- son develados durante las 336 páginas que contiene la historia. Los enigmas fueron resueltos, dejando una sensación de ansia, a la espera de la próxima obra de Jaroslav Kalfar.

El astronauta de Bohemia – Jaroslav Kalfar – Tusquets – 2017

 


Por Manuel Oubiña

Nota originalmente publicada en Mundo con Libros

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