Al borde de la riviera francesa, en Mónaco, abrío el Pantone Café, un pop up store que tomó el famoso sistema de identificación de colores para decorar, no sólo el café, sino el menú.
Así como lo leen, el Pantone Eclaire de la casa viene en una funda que identifica el color del chocolate que lo recubre, el agua viene con una funda celeste (porque todos sabemos, de chiquitos, que el agua se pinta celeste) y hasta el Aperol Spritz viene en vasito naranja.
Además, mesas, sillas, servilletas y vajilla se tiñen de los colores más brillantes de la paleta para dar una experiencia multicolor a los visitantes. ¿Vamos?
