Esta temporada los colores para el pelo vienen mucho más uniformes. El objetivo es dejar atrás las ya clásicas mechas californianas y los degradados para pasar a tonos que le proporcionen más brillo y luminosidad al cabello dándole más potencia al corte.
Este invierno propone colores intensos y permitirá jugar con los rojos, los dorados y los cobres, además de variados niveles de iluminación. En esta línea los tonos sólidos y súper brillantes serán los protagonistas de las cabelleras de esta temporada.
Los rubios se imponen en todas sus versiones, sobre todo las más claras, especialmente el baby blonde o “rubio infantil” que representa ese rubio natural, tipo ceniza, tan clásico en los chicos durante su niñez.
El bronde se mantiene más que vigente, temporada a temporada. Como ya les comenté en otras oportunidades este color es un intermedio entre el rubio (blonde) y el castaño (brown). Es un tono más que versátil y se adapta fácilmente a las más reticentes a oscurecerse el pelo o a las que son rubias y quieren ir dejando de serlo para pasar a una tonalidad más intensa.
Otras que se mantienen firmes son las mechas balayage y las babylights, ambas le otorgan la luz perfecta a las melenas más apagadas. Por ejemplo, en el caso de un cabello castaño lo ideal son los matices caramelo o miel ya que le ofrecen un brillo y luminosidad muy natural y sofisticado al pelo.
El cobre es otro de los tonos perfectos para iluminar las melenas y darles un punto cálido frente al frío, pero siempre con reflejos sutiles para crear profundidad, utilizando superposiciones de marrones y rubios para logar un acabado más natural.
En esa gama de colores uno que viene pisando fuerte es el broux, una mezcla de marrones y cobres con una base oscura y puntas más claras. Súper moderno, este tono es ideal para las más osadas que apuestan a cortes ultra midi o choppy.
¿Preparada para recibir el invierno a todo color?
Por Matías Costantini, Dueño y estilista de Kickaboo Peluquería (Libertad 1222, Recoleta. Web: www.kickaboo.com.ar)