Por segundo año consecutivo Proyecto Cuadrilla vuelve a la pasarela de Desfile Buenos Aires, bajo la categoría “Diseñador Emergente, 2da edición”. La troupe conformada por los diseñadores y las firmas De Crisci, Fernando More, Urenko, deSastretía y Ladrón de Guevara confirma que se puede innovar en grupo sin perder la identidad.
La propuesta abre con la colección de Fernando More, “Crudo”, un ensayo sobre la sastrería de los años ’40, con arneses que permiten ajustar la silueta en vestidos, abrigos y especialmente chalecos deconstruidos. La paleta oscura, los detalles que asoman en los cortes y los tocados le dan ese toque de modernidad que nos trae súbitamente a la actualidad.
La posta la levanta Edu de Crisci, que junto con Johanna Braña tomó el imaginario de la cultura gangsta y las terminaciones angulosas del tuning como punto de partida para “Nevadita”, una colección concebida para la noche. “Se trata de un nuevo lujo, barato y caro a la vez; la idea fue espolvorear las prendas con glitter, sumergirme en un laboratorio de dorados sobre tipologías muy puras” cuenta el diseñador, con un resultado en pasarela maravilloso, especialmente gracias al recurso tipográfico que recorre vestidos, abrigos y pantalones por igual.
Ladrón de Guevara se inspiró en la arquitectura fantástica de Filip Dujardin, en una colección que se anima a vestir a la mujer tan expertamente como saben ataviar al hombre. La geometría se dibuja tanto en el corte como en la estampa, y se recuperan tonos anaranjados, beige y celestes como un homenaje positivista.
Al natural, las creaciones de Catalina Ichaso y Lucinda Walmsley de deSastrería, nacen de las fotos de helechos en el pasillo del ph de una de las diseñadoras, y hacen referencia a como la naturaleza irrumpe en lugares impensados. Así, helecho en mano, las modelos caminan por la pasarela con prendas que parecen ir creciendo, hasta llegar al objeto de deseo por excelencia: una capa en verde militar estampada con hojas.
Y para cerrar, los Urenko se inspiran en los trajes de científicos nucleares para crear monoprendas en gruesos tejidos que en guantes y capuchas cubren hasta las manos y cabezas, y se complementan con engomados texturados con cierto dejo apocalíptico.
Volver a los orígenes tiene sus beneficios. La cuadrilla pegó la vuelta, y nosotros, girando, seguimos bajo su encanto.
