Ordos, Mongolia, es conocido como la “ciudad fantasma” de China.
Ubicado en una provincia muy rica en recursos naturales (gas, carbón, metales) el gobierno había decidido invertir fuertemente en los últimos años para desarrollar una ciudad con visión futurista que fuera el orgullo del país, un centro cultural, económico y político. Sin embargo la ciudad se convirtió rápidamente en un fracaso. Los altos precios de las propiedades y la falta de planificación urbana hicieron que nadie se mude a esta “utopía” por lo que hoy las calles están vacías, los monumentos deteriorados, los edificios abandonados.
Una visión Orwelliana de un futuro brillante atrapada en su propia realidad.
Sobre el fotógrafo:
Rapahel Olivier es un fotógrafo francés viviendo en Shanghai, China.
Entre sus clientes se encuentran Louis Vuitton, Hermes, Nike, Berluti, Cartier, Bottega Veneta, Burberry, Tishman Speyer, Arup, RIBA, B + H Arquitectos, Accor, Bosch, Thyssenkrupp, Samsung, Wallenius, Goodman y muchos otros.