Ubicado en la zona alta del desierto en Idaho, Outpost es la casa donde un artista no solo vive y trabaja sino que aprovecha el jardín para crear y exhibir su arte. Con gruesos muros que separan la casa de las inclemencias de la región, el verde de las plantas se convierte en un paraíso protegido.
Para su diseño, el estudio Olson Kundig (¿se acuerdan de sus proyectos? vean más acá y acá) eligió utilizar materiales como bloques de concreto, vigas de acero y madera contrachapada que requieren muy poco mantenimiento y son capaces de tolerar sin problemas las condiciones extremas que caracterizan a la zona.
La intención del diseño fue de alterar el paisaje lo mínimo posible, logrando integrarse no necesariamente de forma orgánica pero si con poca intrusión en el ambiente.