¿Qué tiene que hacer una empresa cuando quiere innovar? Quizás lo primero es evitar ciertas fórmulas que trascienden de grandes empresas pero que no necesariamente llevan a la innovación salvo que seas Google.
Sobre esto habló Nicolás Pimentel, co fundador de +Castro y consultor en innovación, en la quinta edición del evento “Innovación”, organizado por LA NACION, donde dio tips sobre lo que no hay que hacer para innovar en una especie de “anti manual de la innovación”.
“El primer capítulo es que tener una sala lab canchera no te transforma en Google . No porque tengas una mesa de ping pong tus empleados se van a poner pimponear ideas. El segundo capítulo sería que el laboratorio de gente aislada tipo Elida Pond´s Institute tampoco sirve para la innovación porque esta tiene que permear en la forma que la compañía opera”, explicó.
En tanto, el tercer capítulo es que no hay que decir que se busca un cambio cultural y después hacer un cambiecito chiquito: “cinco workshops en x cantidad de semanas no implica un cambio cultural sino que hay decisiones de fondo y un montón de cosas que implica”.
El cuarto capítulo es no esperar que la innovación llegue de abajo porque si no hay convicción top down de cambio se va a “taclear todo lo nuevo”. El quinto puesto, es que si el design thinking no se transforma en hacer se convierte en “design cajoning” porque todo se cajonea.
“El sexto capítulo es que es mentira que las buenas ideas encuentran su camino porque sin apoyo y presupuesto quedan huérfanas, olvidadas. El séptimo capitulo es que no tenemos que confundir adjetivo con sustantivo. Una idea innovadora no necesariamente es una innovación”, señaló.
Por último, en octavo puesto dijo que aprender a colaborar no implica decir siempre “yes and” a todo: “Si todos hacemos eso terminamos chocándonos contra un pino”. Y en noveno lugar dijo que innovación no implica tecnología necesariamente.
“El consumidor es el corazón. Innovación es buscar una solución a demandas insatisfechas. La solución correcta no implica siempre una solución con tecnología”, concluyó y dijo que en el camino de la innovación hay tres certezas: lo único seguro es el cambio, el peor pecado es quedarse quieto y que falta mucho para llegar al punto b porque se vienen años de cambio.