Quiero ponerme a leer y un alto faso fumar

Marihuana // Fernando Soriano

Porro, churro, mota, ganjah, cohete, caño, troncho, yerba, macoña, faso, mary jane, maría, hierba, cannabis. Marihuana. ¿De qué hablamos cuando hablamos de marihuana? ¿Cuáles son los sentidos que circulan, las ideas que se le asocian?

Primero, un breve racconto histórico sobre la actualidad. En 2013 Uruguay aprobó la Ley 19.172 que legaliza el consumo de marihuana. En julio de 2017 comenzó la venta en farmacias con resultados positivos más allá de lo esperado. Chile impulsó la primer plantación de marihuana medicinal en Latinoamérica en 2014. Año tras año en Estados Unidos son más los estados en los que el consumo recreativo e incluso la venta es legal. Canadá está en camino a la legalización para 2018 y Colombia reglamentó el proceso de producción, cultivo y transformación de cannabis para fines médicos y científicos este año.

En todo el continente, sin distinción Norte/Sur, el debate sobre la marihuana sale a la superficie y, poco a poco, se instala en la agenda política de toda la región. Es que desde que se promulgó la carta de Naciones Unidas en 1968 y se optó por el camino del prohibicionismo, el problema de las drogas no hizo más que aumentar. El foco puesto en los usuarios de la planta dejó -y continúa dejando- millares de muertos, consumidores presos y la demonización de una planta milenaria.

En Argentina la historia no comenzó en este siglo ni el anterior. En 1796 un señor llamado Manuel Belgrano escribía que el cultivo de cáñamo sería uno de los caminos hacia el fortalecimiento económico, agrícola y la independencia marítima, puesto que del tallo de la planta se producían cuerdas para las embarcaciones. Tal interés tenía Belgrano en la planta de cannabis que consiguió que le enviaran semillas desde Chile, donde la producción estaba en un estadio superior, y hasta confeccionó un manual de cultivo.

En su libro “Marihuana. La historia” Fernando Soriano devela múltiples esferas desde las cuales es posible abordar la temática, formalizando la interdisciplinaria tarea y dando un visionado general acerca de la heterogeneidad del campo: rock nacional, los inicios de los grupos de consumidores organizados, el nuevo periodismo cannábico, anécdotas de décadas pasadas, los casos jurídicos más emblemáticos como Bazterrica y Arriola, intercalados con historias de curiosos personajes de la cultura verde.

También hay lugar para la actualidad de los casos medicinales, el estado del arte en la investigación y el admirable trabajo que realizan organizaciones como Mamá Cultiva, un grupo de “madres de niños con epilepsia refractaria, cáncer y otras patologías que no han encontrado una mejoría con la medicina tradicional; buscando impulsar el uso de resina de cannabis, atendiendo a los maravillosos resultados que esta terapia ha logrado”, según la propia descripción de la fundación.

La fuerte presencia del faso en la industria cultural, los chistes y hasta en las vidrieras de las librerías en incuestionable. Sin embargo, en Argentina -según relevamientos de laProcuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR)- cada año más de la mitad de causas federales que violan la Ley de Drogas (Ley 23.737) son por casos de tenencia para consumo personal. Y esta tendencia es algo que el libro, a pesar de mostrar tan diversa y esperanzadora fauna alrededor del porro, nos advierte constantemente: guarda, que en Argentina todavía hay presos por plantar.

Marihuana – Fernando Soriano – Editorial Planeta – Buenos Aires – 2017


POR MARTÍN GUAZZARONI
PORTADA: MARIANO LUCANO

Nota originalmente publicada en Mundo con Libros

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