La ciudad holandesa de Rotterdam ha querido transformar una ordinaria y aburrida travesía en toda una experiencia para los peatones. Su principal objetivo, dar un aire diferente y divertido al Westblaak, una de sus calles más transitadas de las ciudad.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el centro histórico de Rotterdam fue destruido y su reconstrucción dio como resultado una ciudad que se asemeja a las grandes ciudades norteamericanas: calles anchas y grandes, un agobiante tráfico de vehículos y personas, ruido, contaminación, etc. Pero a día de hoy, Rotterdam está intentando limitar al máximo el tráfico de vehículos y fomenta alternativas como el uso de la bicicleta o caminar. Su último proyecto apuesta por el arte urbano.
La agencia local de urbanismo especializada en experimentos urbanos Street Makers en colaboración con el estudio creativo Opperclaes, han sido los creadores de esta acción de Urban Art. En tan solo dos días consiguieron una divertida pieza de arte en uno de los cruces más transitados de la ciudad, el Westblaack. «Hacer la ciudad no es sólo un trabajo para los planificadores y arquitectos. Necesitamos diferentes disciplinas creativas para acelerar la transición hacia una ciudad sostenible, sana, inclusiva y exitosa», dice Jorn Wemmenhove, estratega creativo de los Street Makers.
El resultado consiste en un dibujo con diferentes formas y letras pintadas de blanco, azul y verde. Las letras, que en un principio parecen estar puestas de manera aleatoria, en realidad forman cuatro palabras: ‘Stand straight, walk proud‘ (manténgase firme, camine orgulloso).