En el año 1991 se encontró una momia neolítica dentro de un glaciar: la momia tenía toda la espalda tatuada. A partir de este descubrimiento se puede decir que el tatuaje es tan antiguo como el hombre mismo.
En los últimos años, el tatuaje ha sido incorporado progresivamente por la sociedad y aunque el tatuaje no sea aceptado en algunas esferas de la sociedad, se va abriendo paso a través de los prejuicios y dibujando sus líneas en los cuerpos de las personas alrededor del planeta.