This Game We Play por Franck Bohbot

Cuando Julius Erving peloteaba en Rucker Park en la década de los ’70, los chicos se sentaban en los árboles y llenaban las terrazas para verlo jugar. Fue en las calles de Harlem que se convirtió en el legendario Dr J., uno de los jugadores de basquet más recordados de la época.

“Either you’re slinging crack rock or you got a wicked jump shot” afirmaba el gran Biggie en la letra de Things Done Changed, un testimonio de la importancia de estos espacios en la vida de los habitantes de la ciudad. Una canchita de basquet, al igual que un potrero por nuestros pagos, es más que una invitación a divertirse, sino una realidad paralela en donde el juego sobrepasa a la realidad social.

El fotógrafo Franck Bohbot (previamente) se viene dedicando desde el 2013 a capturar estas canchas vacías, como el espacio que realmente son: un lugar en donde la gente de New York va a unirse, jugar y soñar. Ya lleva más de 100 retratadas.

 

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