Turistas en el Mar Muerto, por Alexander Bronfer

Bronfer condujo en automóvil hasta la playa de Ein Bokek, ubicada en el desierto de Judea, en el monte Sodoma, un sitio arqueológico notable que está hecho completamente de sal de roca. Monte Sodoma lleva el nombre de la Sodoma bíblica; la ciudad notoriamente malvada y pecaminosa mencionada en el Libro de Génesis. Debido a la formación de sal en la montaña, el aire y el agua del océano en la playa de Ein Bokek son extraordinariamente salados y, como resultado, la playa no suele ser frecuentada por israelíes. En cambio, el turista ocasional se puede observar divagando en la arena o en el agua. “A veces paso varias horas esperando que alguien venga”, explica Bronfer. “Pero el bajo número de visitantes me dio la oportunidad de experimentar y representar uno de los lugares más antiguos y más hermosos del mundo”.

(vía)

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